Este verano mi noví­a y yo decidimos realizar un viaje por Tunez en 4×4 a través de una agencí­a de viajes, tengo pensado crear una crónica del viaje y colgar las fotos, pero en esta ocasión he decidido comenzar con una crí­tica a un hotel en el que nos alojamos y sobre el que ya habí­a leido antes, el hotel Abou Nawas en Hammamet (podeis ver aquí­ alguna opinión)

Mi novia y yo en principio seleccionamos otro hotel, pero ya estabamos muy cerca de la fecha del viaje y por temas de disponibilidad nos vimos obligados a seleccionar este hotel.

El hotel no tiene mala pinta, por fuera esta muy bien, las habitaciones ya son otra cosa, pero por el precio que tiene tampoco se puede pedir mas, pero el trato del personal ya es harina de otro costal.

Para empezar la primera noche que pasamos allí­ en la cena, una pareja que vení­a con nosotros en el viaje y que iba con la opción de “TODO INCLUIDO”, se vio “obligada” a abonar el precio de las bebidas de la cena, ya que el camarero no se dio cuenta de que llevaban la pulsera y les trajo bebidas con “marca” que no están incluidas en la opción. Lo triste no es que lo pagasen, ya que tampoco es un gran esfuerzo, lo triste es que el camarero les dijo de una manera un tanto teatral que si ellos no pagaban la bebida, él se verí­a obligado a pagarlas, vamos, una especie de chantaje emocional en toda regla.

Aunque ese no es el tema que pretendí­a tratar en el post, me acabo de acordar y no he podido dejar de meterlo. Pero pasemos al tema del robo, que es para mear y no echar gota (perdón por la expresión)

Al llegar una tarde de Hammamet al ir a recoger la llave a recepción, me encontré con Angel, un compañero de viaje. Al ver la cara de preocupación que llevaba le pregunte que le habia pasado y me conto que habí­an robado en la habitación de unas amigas suyas que vení­an con él.
Cogí­ la llave de mi habitación y salí­ a toda velocidad hacia ella, ya que confiado de mi me habia dejado todo el equipo fotografico en la la habitación, ya que era el ultimo dia en Hammamet y no me apetecí­a ir cargado todo el dí­a.
Cuando llegue a la habitación creí­a que me iba a dar algo, fui todo el camino asustado, menos mal que al abrir la puerta me di cuenta de que todo estaba tal y como lo habia dejado (como si hubiese pasado un huracán)

Isabel (mi novia) y yo fuimos a ver que tal andaban nuestros compañeros y si necesitaban algo, cuando llegamos alli vimos que habian roto la puerta descaradamente, posiblemente de una patada, y que la habitación se encuentra junto a la piscina. Lo que es basante extraño, ya que solo faltaron de la habitación de 10 a 19, horas en que eso está repleto de gente.

Las chicas estaban bastante nerviosas, como era de suponer, aunque por suerte cuando hicieron inventario se dieron cuenta de que solo les habí­an robado un MP3, unas gafas, ropa interior y algún souvenir. Por suerte las cosas de valor las tení­an en una maleta con cerradura.

Al rato llegó el botones, el cual no se corto en reirse cuando las chicas le contaron lo que les habí­an robado y no se tomó ninguna delicadeza en echarlas a toda prisa de la habitación sin dejarles quedar hasta que viniese la policia, que según el ya habí­a llegado.
Fueron cambiados de habitación sin saber si la policia paso a ver esa habitación o cualquier otra que el botones o el gerente quieran mostrar.

Como ibamos en un viaje cerrado por una agencia de viajes se pusieron en contacto con el agente en Tunez, el cual los llevó a poner la correspondiente denuncia a la policí­a. El agente pasó de ellos, importandole bastante mas la recepción de nuevos turistas que llegaban ese mismo dí­a, siendo bastante descortes y como el botones del hotel, riendose de las pertenencias que les habí­an robado (que ya no es lo que te roben, es el susto y que te han fastidiado las vacaciones).

Así­ que así­ estaba el panorama, al dí­a siguiente saliamos al aeropuerto a las 14:40h y teniamos que dejar la habitación a las 12, así­ que algunas personas decidieron dejar las maletas en consigna, que según nos contarón era una habitación donde estaban todas las maletas juntas y culaquiera podí­a pedir la llave y campar a sus anchas por allí­ sin ningún tipo de vigilancia.

Así­ que esta es mi experiencia con el hotel Abou Nawas Hammamet, un hotel donde no te piden ningún tipo de acreditación a la hora de pedir una llave, donde las puertas se abren de un empujon, donde el trato con el cliente es nulo y donde en definitiva la seguridad brilla por su ausencia.

Espero no aburriros con mis historias y que hayais sido capaz de leerla hasta el final